El Misterio del Grial - Capítulo II - El ciclo del Grial. XX. El Rey Pescador
Biblioteca Julius Evola.- En la leyenda del Grial aparece con cierta frecuencia la figura del enigmático Rey Pescador, o "Preste Juan". Se decía de él que vivía en las Indias como emperador de un amplio territorio y que, incluso, envió tres regalos a Federico Barbarroja como símbolo de econicimiento del gran emperador gibelino a su gobierno. Evola, en este capítulo de "El Misterio del Grial" analiza la figura y el símbolo del rey pescador así como su papel en la leyenda. Se trata de uno de los símbolos más clarificadores de la leyenda gibelina que enlaza con el tema del "rey del mundo".
XX. EL REY PESCADOR
Un estímulo más bien enigmático se refiere al título de «rey pescador» o «rico pescador», llevado por el rey del Grial a partir del propio José de Arimatea, o bien al desdoblarse del rey herido del Grial en otro personaje, que en un primer momento adopta precisamente los rasgos de un pescador.
Según su lado más externo, ese simbolismo se relaciona probablemente con dos fuentes, cristiana una y céltica la otra. Es conocido el tema evangélico de la pesca milagrosa. La multiplicación de los peces es un equivalente del alimento inagotable proporcionado sobrenaturalmente por el Grial. Eso parece poder aplicarse sobre todo a la leyenda del Grand Saint Graal, donde todos aquellos que no se han alimentado del Grial lo hacen de un pez pescado por Alano: por lo que este caballero recibe el nombre de li riche pescheour, título que se transmite a lo largo de toda la dinastía del Grial. En Robert de Boron se añade que quien llame al recipiente por su verdadero nombre será titulado «el rico pescador», precisamente a causa del pez capturado cuando se inició el misterio del Grial.
Por lo demás, parece establecerse aquí una distinción. Por mucho que los efectos del Grial y del pez sean equivalentes, el pez aparece como una especie de complemento del Grial, completa su eficacia para con cierto grupo de caballeros no «alimentados» por el primero. En cuanto a las fuentes célticas, ante todo la tradición céltica conocía ya un «pez de la sabiduría» - salmon of wisdom - que quema las manos, pero que, introducido en la boca, confiere todo conocimiento. Simbolismo tan diáfano que no requiere una aclaración especial. En segundo lugar, el pez desempeña un papel en la leyenda sobre la transmisión de la tradición primordial en Irlanda.
Cuenta el Leabhar na huidhe que, cuando se extinguió la raza primordial de Partholan, conquistadora de Irlanda, sobrevivió de ella un hombre, Tuan, que adoptando sucesivamente la forma de varios animales simbólicos conservó el recuerdo de la primera generación.
En la época de los Tuatha dé Danann adoptó la forma de un águila o de un gavilán: esta forma pasó a la de un pez cuando subió al poder la raza de Milhead. Pescado y comido por una princesa, Tuan renació en forma humana como hijo de ella y como profeta. El rey del Grial, como pescador, quizá pudiera tener alguna relación con la oscura idea de una continuación de la herencia de la estirpe de Partholan, con la idea de «recuerdo» de esta estirpe concebido como misterio de «nutrición» semejante al del Grial, o parte integrante de éste.
Por lo que respecta a referencias presentes en el ciclo conjunto de las leyendas imperiales expuestas por nosotros al principio, nos limitaremos a recordar que la dinastía del Grial o la tradición de éste suele hacerse remontar a Salomón. Ahora bien, algunas leyendas árabes que durante el medievo occidental se conocieron y divulgaron a través de versiones españolas, presentan el tema del pez en conexión con una búsqueda que, en el fondo, es equivalente a la del Grial como piedra regia y piedra del poder. Se trata de un anillo con una piedra, que posee las propiedades de «un fuego que llena el Cielo y la Tierra», símbolo del poder supremo. Salomón, al haber perdido este anillo, decae. El anillo había sido arrojado al mar. Salomón, pescando, lo encuentra dentro de un pez, y así recobra el poder de un dominio visible e invisible (sobre hombres, animales y demonios). Este anillo de Salomón es a su vez reproducción de la piedra que el propio Alejandro Magno había encontrado en un pez gigantesco y que, como el Grial llevado por el rey pescador, posee propiedades luminosas, manifestándose como gran luz enla noche.
Un último aspecto del simbolismo del pez puede deducirse de la frase evangélica: «Quiero hacer de vosotros pescadores de hombres» y a través del propio Pedro, el apóstol pescador, al cual se aplicará después el simbolismo de la «piedra fundamental», en su calidad de fundador de la Iglesia, del centro de la nueva religión y de la tradición apostólica: y también podríamos recordar aquí que el «anillo del pescador» figura entre las insignias papales. La explicación, que se encuentra en Chrétien de Troyes, es que el rey del Grial, precisamente por haber sido herido, no tiene más ocupación ni goce posible que pescar. Aquí, el rey del Grial aparece evidentemente como aquel que, al comprobar su propia impotencia, como «pescador de hombres» busca al elegido, el héroe. Detalle significativo, en Perceval li Gallois, el anzuelo con el que pesca es de oro, y tanto en este texto como en Wolfram, el pescador es también el que indica a Parsifal el camino al castillo del Grial, donde después reaparece, adoptando la figura del rey enfermo. Pero «también se ha dicho que lo que pesca, cuando los dolores lo atormentan, no basta a su necesidad».
Un significado más profundo de estos símbolos puede obtenerse de cotejos intertradicionales. Guénon destaca justamente que muchos elementos inducen a creer que el simbolismo del pez es de origen nórdico y hasta hiperbóreo, «se ha señalado su presencia en Alemania Septentrional y en Escandinavia (además de en Escocia), y en estas regiones probablemente se está más cerca de su punto de partida que en el Asia Central, adonde fue llevado indudablemente por la gran corriente, salida de la tradición primordial, que debía dar nacimiento a las tradiciones de la India y Persia». Pero hay también otro hecho que respalda tal suposición, y es que precisamente en la tradición hindú «la manifestación en forma de pez -matsya-avatara- esté considerada la primera de todas las manifestaciones de Visnú, la que está en el inicio del ciclo actual y que por tanto guarda relación con el punto de partida de la tradición primordial». Como «pez», Visnú guía sobre las aguas el arca que contiene los gérmenes del mundo futuro y, tras el cataclismo, revela los Vedas, que mediante la raíz vid = saber indican la ciencia por excelencia: del mismo modo que, también en forma de pez, el Oannes caldaico enseña a los hombres la doctrina primordial. Los elementos célticos y cristianos antes indicados del simbolismo del pez aparecen a este tenor como fragmentos de una concepción más vasta, que ilumina particularmente también el tema en cuestión de la leyenda del Grial. El rey pescador es el dominador decaído que trata de reactivar la misma tradición primordial, la herencia hiperbórea. Cosa que sólo se alcanzará cuando llegue el héroe que conozca el Grial y sea consciente de su función y de sus beneficios, que hemos visto que se complementaban y casi se confundían con los propios del «pez». De ahí el otro aspecto del mismo simbolismo, el rey pescador como «buscador de hombres», de hombres en sentido eminente, de seres cualificados para la función de que se trata.
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