Metafísica del Sexo. CAPITULO QUINTO. SACRALIZACIONES Y EVOCACIONES. Introducción
El tema del que tendremos que ocuparnos en este capítulo comporta algunas dificultades, en cuanto a la elección de la mejor manera de exponerlo. En esencia, se trata efectivamente de experiencias propias de una humanidad diferente a la actual, sea por el tipo de civilización, sea por el mundo en que esta humanidad vivía: un mundo que tenía otras dimensiones y aceptaba la supra-sensible como una parte fundamental de la realidad y como una "presencia" virtual. No podremos seguir aquí el método de esas investigaciones modernas "neutras", que se limitan a coleccionar y ordenar los hechos de las tradiciones antiguas y de las tradiciones exóticas en su exterioridad opaca. Por el contrario, procedere-mos a una interpretación que, ante todo, considera la dimensión interior de tales hechos, sin dejar por ello de darnos cuenta de que una tal interpretación comporta prácticamente un cierto margen inevitable de duda. En los hechos del eros sacralizado y del empleo no naturalista del sexo, el momento ritual y que da lugar a una evocación ha tenido siempre un papel fundamental. Pero especialmente, cuando se trata de formas institucionales hoy desaparecidas es casi imposible establecer en qué límites y en qué casos todo esto de lo que hablaremos conserva una dimensión auténtica y en profundidad y el elemento ritual comporta en ella evocaciones efectivas, y en qué otros casos todo se reduce simplemente a una rutina, a costumbres continuadas únicamente en su aspecto formal. La situación se agrava todavía más por el hecho de que a menudo nuestros conocimientos en este dominio se basan sobre testimonios fragmentarios y sobre formas ya bastante alejadas de los orígenes. De todos modos, intentaremos ordenar lo mejor posible el material esencial de que disponemos.
En vistas a una orientación general, y volviendo sobre lo que ya hemos indicado más de una vez, distinguiremos como sigue las soluciones fundamentales que, fuera del dominio profano, se dieron al problema del sexo:
1. Sacralización institucional de la unión sexual.
2. Formas culturales evocadoras y sacramentales de la unión sexual.
3. Desprendimiento ascético de la fuerza sexual del plano de la diada, es decir, renunciamiento a su activación a través del complemento femenino -o sea, a través de la mujer- y su transformación interior con vistas a realizaciones sobrenaturales.
4. Régimen particular de la unión sexual tendente a una ruptura existencial -extática o iniciática- de nivel.
5. Cada una de estas posibilidades puede dar lugar, accesoriamente, a aplicaciones operativas, es decir, mágicas, más allá del puro hecho de experiencia interior. Así se puede distinguir: a) una magia sexual primitiva (ritos de fecundidad, orgías sagradas); b) una magia sexual individual operativa, en sentido estricto, ceremonial; c) una magia sexual iniciática.
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