Síntesis de la Doctrina de la Raza (01) Qué significa la palabra raza
Biblioteca Evoliana.- En los años 30, Evola aborda sus estudios sobre la raza de los que "Síntesis de la Doctrina de la Raza" constituye, sin duda, su más alta expresión. Estos estudios figuran entre los más "conflictivos" de Evola, dado que la mera evocación de la palabra raza parece tener connotaciones negativas en nuestros días... Ni que decir tiene que en el cuerpo de esta doctrina no existe absolutamente ningún rastro de prejuicio racista, ni mucho menos de xenofobia. La intención de la obra es establecer una doctrina de la raza que permita realizar una interpretación de la historia en función de la misma, una clasificación de los tipos raciales y, sobre todo, que permita extraer conclusiones sobre el estilo y las cualidades de cada raza.
1. QUE SIGNIFICA LA PALABRA RAZA
¿Qué es la raza? Citemos algunas de entre las más conocidas definiciones- "La raza es una unidad viviente de individuos de/ mismo origen cuyas características corporales y espirituales son idénticas" (Woltman). "Es un grupo humano que por el hecho de compartir de un modo que le es propio un cierto número de características físicas y de disposiciones psíquicas se distingue de cualquier otro grupo humano y da nacimiento a individuos siempre semejantes a ellos mismos" (Gunther); "Es un tipo hereditario" (Topruard); "es un linaje defínído por grupos de genotípos (es decir de potencialidades hereditarias) idénticas y no por hombres exteriormente semejantes morfológicamente" (Fischer, Lenz); "Es un grupo definido no por el hecho de poseer tales o cuales característícas espirituales o corporales sino por el estilo que se expresa a través de ella" (Claus).
No hemos citado estas definiciones al azar. Hemos pasado de una a la otra según una especie de progresión que corresponde a la que durante estos últimos años ha registrado la misma teoría de la raza. Por otra parte, la raza se ha venido definiendo como un concepto antropológico, es decir, como revelador de una disciplina que ha dejado de tener el sentido antiguo y etimológico de "ciencia del hombre" en general, para adoptar el de una ciencia natural particular, considerando al hombre simplemente bajo el ángulo de las características respecto a las cuales no representa sino una especie natural entre otras.
De este modo, al principio no se disponía sino de un concepto puramente naturalista y descriptivo de la raza, al igual que se describían en su evidente igualdad, las diferentes variedades animales y vegetales, de igual modo se agrupaban los seres humanos en diversas categorías a partir de la verificación de ciertas características recurrentes, las cuales eran esencialmente corporales, semánticas. Criterio puramente estático y cuantitativo, por consecuencia eran las características comunes manifestadas encontradas en la mayoría de los individuos lo que es considerada como definitorio de la raza.
En los orígenes de la antropología moderna, la investigación se centraba en lo inmediatamente más externo: color de la piel, de los cabellos y de los ojos, estatura, rasgos del rostro, proporciones, forma del cráneo. Un primer paso consistía en la adopción de medidas-. se fijan mediante cifras las proporciones del cuerpo, se miden los índices craneales y las ayudas parciales. Las técnicas descriptivas se esfuerzan en convertirse en "positivas ideas de la psicología, se busca identificar las disposiciones que por su carácter repetitivo corresponden -o se hacen corresponder- a los diversos grupos humanos.
La antropología de ayer considera también el elemento hereditario una vez contrastadas las diferencias existentes entre los seres humanos vivos, se vienen naturalmente a suponer las constancias de esas diferencias tanto entre los genitores como entre sus descendientes. Sin embargo, la particular importancia dada al elemento herencia es propio de una antropología más reciente, próxima al racismo propiamente dicho. De aquí, esas definiciones de Spinar, Lenz y Fischer evocadas más arriba. Para el racismo moderno, la teoría de la herencia es fundamental. Se afirma, contrariamente a las concepciones de la vieja antropología, que no son todas las características o disposiciones que se dan en un grupo humano las que deben ser atribuidas a una raza, sino únicamente las aptas para ser transmitidas de modo hereditario.
Pero esto no es todo. Tras haber constatado un cierto número de modificaciones externas (llamadas también paravadaciones) que por diversas razones pueden surgir en un tipo dado sin que por tanto se transmitan hereditariamente, se formula la distinción fundamental entre el genotipo y su fenotipo. El "genotipo" es, por así decir, una potencialidad: es la fuerza que da nacimiento a un tipo, o a una sede de tipos, los cuales no pueden variar sino entre ciertos límites bien determinados. La forma exterior (exterior en sentido amplio pues la teoría de la herencia aplicada al hombre considera no solamente las características morfológicas, sino también las disposiciones psíquicas) que nace cada vez del "genotipo" puede en realidad ser variable y puede aparentemente alejarse del tipo original hasta el punto de no ser reconocible. Esta forma exterior se llama fenotipo. Entre las especies naturales se ha podido constatar que las modificaciones que conciernen al "fenotípo" no tocan la esencia. Bajo las influencias de fenómenos exteriores a él (bien sean subjetivas o bien debidas al medio). La potencialidad del "genotipo" se comporta casi como una substancia elástica: parece perder, -dentro de ciertos límites- su forma propia pero la recupera cuando cesa la solicitación en los tipos a los cuales éste da nacimiento en el curso de las generaciones siguientes. Un ejemplo típico nos lo da el mundo vegetal, la planta primavera china produce a temperatura normal, flores blancas. Pero si al cabo de cierto tiempo decidimos plantar una semilla de esas plantas en su medio a temperatura normal, veremos brotar unas plantas de flores rojas idénticas a su progenitor. La variación del fenotipo no es pues esencial, sino transitoria e ilusoria, la potencialidad subsiste, intacta, conforme al tipo original.
Lo que es hereditario (y según las concepciones mas recientes "de raza") no son pues las formas exteriores en sí mismas, sino las potencialidades, los modos constantes de reaccionar frente a circunstancias diversas, eventualmente de manera diferente, pero siempre en conformidad con ciertas leyes.
Tal es el fundamento de la actual concepción de la raza. Con la definición de Claus evocada más arriba, fundador de lo que se ha dado en llamar psicoantropología, se va aún más lejos y se constata una cierta "espiritualización" del genotipo. La esencia de la raza debe buscarse en un estilo, en su modo de ser. Aquí la raza se convierte en una especie de linaje constante que se expresa no sólo através de las características físicas (es decir através de la raza del cuerpo), sino también en el modo de utilizar ciertas disposiciones o aptitudes psíquicas, así como lo demostramos seguidamente a partir de este estilo (hereditario del mismo) se define un grupo humano, grupo que con relación a otros grupos de estilo diferentes corresponde a una raza.
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