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Las malas interpretaciones del nuevo "paganismo". Julius Evola

Las malas interpretaciones del nuevo "paganismo". Julius Evola

Biblioteca Evoliana.- La traducción de este artículo nos ha sido remitida sin más indicación que el haberse publicado originariamente en el "Grundisse" en 1942. Parece ser que se trata de un estracto del artículo (o ensayo) originario. Evola denuncia los contenidos románticos y naturalistas del fenómeno que por entonces se conocía como "nuevo paganismo" y que circulaba como una moda en la Alemania de la época. Una parte importante de esta "recuperación neopagana" hay que atribuirla a Alfred Rosemberg, ideólogo del nacional-socialismo, así como a el conjunto de sectas y movimientos "ariosóficos" inmediatamente anteriores.

 

LAS MALAS INTERPRETACIONES DEL NUEVO "PAGANISMO"

Por Julius Evola

 

Es quizá apropiado, subrayar las malas interpretaciones que actualmente son corrientes en estos  momentos en algunos círculos radicales, que creen que la solución está en la adopción de un nuevo paganismo.

Este mal entendimiento ya está plausible en el simple hecho de usar el término "paganismo" o "paganidad". Personalmente, habiendo usado estos términos como slogan en un libro publicado en Italia en 1928, y en Alemania en 1934, han hecho que me arrepienta. Ciertamente el término pagano, aparece en algunos antiguos autores latinos como Livy sinningún tipo de apreciación negativa. Pero esto no cambia el hecho de que con la llegada de la nueva fe, la palabra pagano se volvió decididamente una expresión desacreditadora como lo hicieron los apologistas cristianos.

Deriva de "pagus", refiriéndose a las pequeñas villas o pueblos, por esto refiere a la forma rústica de pensar: una forma inculta, primitiva y supersticiosa de pensar. Para promover y glorificar la nueva fe, los apologistas tenían el mal hábito de elevarse a través de la denigración de otras creencias. Usualmente existía una conciente y a veces sistemática desacreditación y mal interpretación de casi todas las tradiciones, doctrinas y religiones tempranas, que eran agrupadas bajo el concepto-sábana de paganismo.

Para este fin, los apologistas obviamente hicieron un esfuerzo premeditado por subrayar aquellos aspectos de las religiones y tradiciones pre-cristianas que carecían de un carácter normal o primordial, pero eran claramente formas que habían caído en plena decadencia.

Tal polémico procedimiento llevó, en particular, a la caracterización de todo lo que hubiera precedido al cristianismo, y era por tanto no-cristiano, por lo tanto necesariamente anti-cristiano.

Uno debería considerar, entonces, que "paganismo" es un concepto fundamentalmente tendencioso y artificial que raramente corresponde a la realidad histórica de lo que el mundo pre-cristiano siempre fue en sus manifestaciones normales, más allá de algunos pocos aspectos y elementos decadentes derivados de los degenerados estertores de culturas mas antiguas. Una vez teniendo todo esto claro, nos damos cuenta hoy de una increíble paradoja: que este paganismo imaginario, que nunca existió, pero fue inventado por los apologistas cristianos, sirve hoy de punto de partida para algunos auto-nombrados círculos paganos, y por lo tanto está amenazando por primera vez en la historia, con convertirse en realidad, ni más ni menos que eso.

¿Cuales son las principales características del modo pagano de hoy de ver la vida, como sus propios apologistas creen y declaran ser?

El primero es el encerrarse en la naturaleza.

Toda trascendencia es totalmente desconocida para la forma pagana de ver la vida: permanece encadenado en una mezcla de espíritu y naturaleza, en una unidad ambigua de cuerpo y alma.

No hay nada en su religión sino una supersticiosa deificación del fenómeno natural, o de energías tribales promovidas al status de dioses menores.

Fuera de esto se levanta antes que nada un particularismo de frontera de sangre (y suelo). Luego viene una negación de los valores de personalidad y libertad, y una condición de inocencia meramente identificada con el hombre primitivo, totalmente dormida a cualquier verdadera llamada supra-natural. Más allá de esta inocencia solo existe una falta de inhibición, "pecado", y el placer de pecar. En otros terrenos no hay mas que superstición, o una puramente profana cultura de materialismo y fatalismo.

No es sino hasta el nacimiento del cristianismo (ignorando algunos precursores insignificantes) que se le permite al mundo de lo supra-natural manifestarse y liberarse, en contraste con las fatalistas y naturalistas creencias adscriptas al "paganismo" trayendo consigo un ideal católico (en el sentido etimológico de universalidad) y un sano dualismo, que hizo posible subyugar la naturaleza a una ley superior, y por el"Espíritu" de triunfo sobre las leyes de la carne, la sangre y los falsos dioses.

Estas son las principales características del dominante entendimiento del paganismo, por ejemplo, de todo lo que no está vinculado a una visión del mundo específicamente cristiana. Cualquiera que posea cualquier contacto directo con historia religiosa y cultural, aunque sea elemental, puede ver cuan incorrecta y unidimensional es esta actitud.

Además, en los primeros padres de la Iglesia hay usualmente signos de un ntendimiento superior de los símbolos, las doctrinas y las religiones de culturas precedentes. Aquí daremos un ejemplo.

Lo que mas distinguió al mundo pre-cristiano, en todas sus formas normales, no fue la divinización supersticiosa de la naturaleza, sino un entendimiento simbólico de ella, en virtud de lo cual (como yo siempre subrayé) cada fenómeno y cada evento aparece como la revelación sensible de un mundo supra-sensible. El entendimiento pagano del mundo y del hombre fue marcado por el simbolismo sagrado. Todavía más, la forma pagana de vida no fue absolutamente de esa inocencia descerebrada, ni un abandono natural a las pasiones, más allá de que ciertas formas fueran obviamente degeneradas. Estuvo ya conciente de un sano dualismo, que se refleja en sus concepciones metafísicas o religiosidad universales. Aquí podemos mencionar el dualismo guerrero-religioso de los antiguos ario-iranios, ya discutido y conocido por todos; la antítesis helenística entre las "dos naturalezas" entre el mundo y el sub-mundo, o la nórdica entre los Ases y los seres elementales; y por último el contraste indo-ario entre sams'ra, y el "fluido de las formas", y m(o)kthi, "liberación" y "perfección".

En las bases, todas las grandes culturas pre-cristianas compartieron la lucha por una libertad supra-natural, por ejemplo, por la perfección metafísica de la personalidad, y todos conocían los misterios y las iniciaciones. Ya he señalado que los misterios usualmente significan la reconquista del estado primordial, la espiritualidad solar, razas de Hiperbórea, en la fundación de una tradición y un conocimiento que estaba guardado a través del secreto y la exclusividad de la polución de un ambiente ya en decadencia. También hemos visto que en las tierra del Este, la cualidad aria ya era asociada con un "segundo nacimiento" alcanzado a través de la iniciación. Sobre la inocencia natural y el culto al cuerpo, es todo un cuento de hadas ni siquiera evidente entre los salvajes, más allá de la falta propia de capacidad de diferenciación ya mencionada en conexión con razas "cercanas a la naturaleza", esta gente inhibía y aprisionaba sus vidas a través de incontables taboos en una forma que era a veces hasta mas estricta que la moral de las llamadas "religiones positivas".

Y a lo que se refiere a una visión superficial de la encarnación del prototipo de tal "inocencia", del ideal clásico, eso no era culto a lo corporal: no pertenecía a ese lado de la dualidad cuerpo-espíritu, sino al otro lado.

Como ya afirmamos, el ideal clásico es aquél del espíritu que es tan dominante que bajo ciertas condiciones espirituales favorables moldea el cuerpo y el alma a su imagen y semejanza alcanzando entonces perfecta armonía entre lo interior y lo exterior. Por último, existe una aspiración fuera de particularismos, identificable dentro de la totalidad del mundo "pagano", por el cual fue gracias al emplazamiento de imperios que marcó la fase ascendente de las razas nórdico-derivadas. Tales emplazamientos eran usualmente metafísicamente realzados y refinados, y aparecieron como la consecuencia natural de la expansión del antiguo concepto del estado sagrado; también como la forma en la cual la victoriosa presencia del "mundo superior" y del principio paternal y olímpico se pensó ocurriría en el mundo por venir.

A este respecto podemos volver a nombrar el antiguo concepto iranio de Imperio y del "Rey de reyes", con su doctrina del hvarenÙ (la "gloria celestial" con la que los dominantes arios fueron agraciados), y la tradición indo-aria del "Rey del mundo" o cakravarto, etc., hasta la reaparición de estos símbolos en las "Olímpicas" suposiciones de la antigua cultura romana del Estado y el imperio.

El imperio Romano, también, tenía su contenido sagrado, que fue sistemáticamente malinterpretado o subevaluado no solo por el cristianismo, sino también por los escritores de historia "positiva". Incluso el culto al Emperador tuvo el sentido de una unidad jerárquica en el tope del panteón, que eran una serie de cultos territoriales y ancestrales pertenecientes a la gente no-romana, quienes eran respetados libremente mientras se mantuvieran tras sus fronteras naturales.

Finalmente, en lo concerniente a la unidad pagana de los dos poderes, espiritual y temporal, esta muy lejos de pretender que fueron fusionados como una raza "solar" lo entendería, expresó los derechos superiores que debían acumularse a la autoridad espiritual en el centro de cualquier estado normal; por ende algo muy diferente de la emancipación y "supremacía" de un Estado meramente secular. Si nos dispusiéramos a realizar similarescorrecciones en el espíritu de una verdadera objetividad, las posibilidades serían enormes.

Más malas interpretaciones de la forma de vida "pagana".

Habiendo dicho esto, sobrevive la posibilidad real de trascender ciertos aspectos de la cristiandad. Pero algo debe quedar bien claro: el término latino "trascendere" significa literalmente dejar algo atrás mientras uno se eleva, hacia arriba, no hacia abajo!

Vale la pena repetir que lo principal no es rechazar al Cristianismo: no tiene que ver con mostrar la misma incomprensión hacia él, que él ha mostrado, y continúa mostrando, hacia el antiguo paganismo. Tendría más que ver con completar el cristianismo, con una herencia superior y mucho más antigua, eliminando algunos de sus aspectos y enfatizando otros, mas importantes, en los que esta fe no necesariamente contradice los conceptos universales de la espiritualidad pre-cristiana.

Este, no es el camino tomado por estos círculos radicales que mencionamos. Muchos de estos nuevos "paganos" parecen haber caído en una trampa deliberadamente tendida para ellos, usualmente terminando en una advocación y defendiendo ideas que mas o menos corresponden a ese particular paganismo, inventado, encerrado en la naturaleza, careciendo de luz y trascendencia, que fue la polémica creación de una mal interpretación cristiana del mundo pre-cristiano, y que está basada, a lo sumo, en unos pocos elementos de ese mundo en su decadencia e involución. Y por si esto fuera poco, la gente usualmente recurre a una polémica anti-católica, cualquiera sea su justificación política, generalmente se tambalea y se adapta a los viejos clichés de tipo puramente moderno, racionalista e iluminista que han sido muy bien usados por el liberalismo, la democracia, y la masonería.

Este ha sido también el caso, hasta un punto, de H. S. Chamberlain, y aparece nuevamente en un cierto movimiento italiano que ha estado tratando de conectar el pensamiento racial con la doctrina "idealística" de la inmanencia.

Hay una tendencia general e inequívoca en el neo-paganismo de crear un nuevo, y supersticioso misticismo, basado en la glorificación de la inmanencia, de la vida y la naturaleza, que contrasta radicalmente con el ideal Olímpico y heroico de las grandes culturas arias de la antigüedad pre-cristiana.

Indicaría mas una vuelta al materialismo, maternal, y telúrico, si no se cansara con nubilosos y dilatantes filosofares. Para dar un ejemplo, deberíamos preguntarnos ¿que exactamente se quiere denominar con esta "Naturaleza" en la que estos grupos están tan interesados?

No vale la pena subrayar que no es ciertamente la naturaleza que fue experimentada y reconocida por el hombre antiguo y tradicional, sino una construcción racional del período de la Enciclopedia Francesa. Fueron los enciclopedistas quienes con definitivamente subversivos y revolucionarios motivos, crearon el mito de la naturaleza como "bien" sabia, y todopoderosa, en oposición a la "podredumbre" de cualquier cultura humana.

Podemos ver que el mito naturista optimista de Rousseau y los enciclopedistas va por el mismo camino que "derecho natural", universalismo, liberalismo, humanitarismo, y la negación de toda forma de positiva y estructurada soberanía.  Todavía más, el mito en cuestión no tiene absolutamente ninguna base en la historia natural.

Cualquier científico honesto sabe que no hay lugar para "Naturaleza" en el marco de sus teorías, que tiene como objetivo la determinación de equivalencias puramente abstractas y relaciones matemáticas. En cuanto a investigación biológica y genética se refiere, podemos ver ya, el desequilibrio que ocurriría si uno sostuviera ciertas leyes  como definitivas, cuando solo se aplican a aspectos parciales de la realidad. Lo que la gente llama "Naturaleza" hoy no tiene nada que ver con lo que "Naturaleza" significó para el hombre tradicional, solar, o al conocimiento de ella que fue accesible a tal hombre gracias a su posición real y Olímpica. No hay signo de esto en los adscriptos a este nuevo misticismo.

Malas interpretaciones más o menos del mismo tipo surgen en cuanto al pensamiento político. Aquí, paganismo es a menudo usado como sinónimo para un meramente mundial e incluso exclusivo concepto de soberanía, que vuelve las relaciones cabeza abajo.

Ya hemos visto que en los Estado antiguos, la unidad de los dos poderes significaba algo bastante diferente. Proveía la base para la espiritualización de la política, mientras el neo-paganismo termina politizando la espiritualidad, y por lo tanto recorriendo una vez mas el falso camino de los Galicanos y Jacobinos.

En contraste, el antiguo concepto de Estado e Imperio siempre mostró una conexión con la idea Olímpica. ¿Que debemos pensar de la actitud de Jewry, Roma, la iglesia católica, masonería, y comunismo como mas o menos lo mismo, solo porque su presupuestos difieren del pensar llano del pueblo? El pensamiento del pueblo junto con estas líneas amenaza perderse en la oscuridad, donde no existe ya la posibilidad de diferenciación. Muestra que ha perdido el sentir genuino por la jerarquía de valores, y que no puede escapar la alternativa del internacionalismo destructivo y el particularismo nacionalista, mientras el entendimiento tradicional del imperio es superior a estos dos conceptos.

Para limitarnos a un simple ejemplo: el dogmatismo católico en realidad cumple un rol preventivo y útil evitando que el misticismo mundial de este tipo cruce cierta frontera; marca un fuerte obstrucción que protege el área donde el conocimiento trascendente y donde reinó lo genuinamente supra-natural y no-humano--o por lo menos debía reinar. Uno puede criticar la forma en la cual esa trascendencia y ese conocimiento han sido entendidos en el cristianismo, pero no puede trasladarse a un criticismo "profano" que fantasea sobre una supuesta naturaleza aria de la doctrina-inmanente, de "religión natural" de culto a la "vida" etc., sin realmente perder su propio nivel: en pocas palabras, uno no debe por ende alcanzar el mundo de los seres primordiales, sino aquel de la Contra-Tradición o de los modos telúricos y primitivos del ser. Este puede ser el mejor modo de reconvertir a esa gente con los mejores talentos "paganos" al catolicismo!

Uno debe cuidarse de caer en malos entendimientos y errores que ya hemos mencionado, que básicamente contribuyen solamente para defender a un enemigo común. Uno debe tratar de desarrollar la capacidad de ubicarse al nivel donde la confusión didáctica no puede llegar, y donde todo diletantismo y actividad intelectual arbitraria es excluida; donde uno resiste enérgicamente toda influencia de deseos confusos y pasionales y de un placer agresivo por polemizar; donde, finalmente y fundamentalmente, nada cuenta mas que el  conocimiento preciso, estricto y objetivo del espíritu de la Tradición Primordial.

Extracto de "Grundrisse" (1942) por Julius Evola

 

 

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